El Pan de Vida y el Manto de Justicia Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. (Juan 6:33). Si vosotros “sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” El Espíritu Santo, su representante, es la mayor de todas sus dádivas. Todas las “buenas dádivas” quedan abarcadas en ésta. El Creador mismo no puede darnos cosa alguna que sea mejor ni mayor. Cuando suplicamos al Señor que se compadezca de nosotros en nuestras aflicciones y que nos guíe mediante su Espíritu Santo, no desoirá nuestra petición. Es posible que aun un padre se aleje de su hijo hambriento, pero Dios no podrá nunca rechazar el clamor del corazón menesteroso y anhelante. ¡Con qué ternura maravillosa describió su amor! A los que en días de tinieblas sientan que Dios no cuida de ellos, éste es el mensaje del corazón del Padre: “Sion empero ha dicho: ¡Me ha abandonado Jehová, y el Señor se ha o...
Actividades de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol de Cártama