Glorifiquemos al Maestro No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. (Filipenses 2:4). Cuán fervoroso y conmovedor llamamiento expresa Pablo cuando dice: “Ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9). Ya sabéis desde cuán alto se rebajó, y conocéis la profundidad de la humillación a la cual descendió. Sus pies se internaron en el camino del sacrificio, y no se desviaron hasta que hubo entregado su vida. No medió descanso para él entre el trono del cielo y la cruz. Su amor por el hombre le indujo a soportar cualquier indignidad y cualquier ultraje. Pablo nos amonesta a no mirar “cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también a lo de los otros” (Filipenses 2:4). Nos exhorta a que tengamos el “sentir que hubo tambien en Cristo Jesús: el cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ...
Actividades de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol de Cártama