La Iglesia católica fundamenta su visión sobre la igualdad de género en su enseñanza sobre la dignidad inherente de toda persona humana. En su enseñanza, la Iglesia sostiene que hombres y mujeres son idénticos en dignidad y en valor ante Dios. Esto se basa en la creencia de que todos los seres humanos son creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:27), lo que implica que cada individuo, independientemente de su género, posee un valor intrínseco e inalienable. En este sentido, la Iglesia católica rechaza cualquier forma de discriminación o desigualdad basada en el género y aboga por el respeto y la promoción de los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su sexo. Sin embargo, la Iglesia también reconoce la existencia de diferencias naturales entre hombres y mujeres. Estas diferencias no son motivo de desigualdad, sino que deben ser respetadas y valoradas. En el documento "Varón y mujer los creó", el Vaticano expresa preocupación por lo que llama ...
Actividades de la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol de Cártama