† Rezo del Santo Rosario †
por las víctimas del "Coronavirus", sus familiares, personal sanitario, personal ayuda a domicilio, FF.CC.de Seguridad, etc
En primer lugar “Señal de la
Cruz” y rezar el “Credo de los Apóstoles”
Señal de la Cruz (1)
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Credo de los Apóstoles (1)
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En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.
Amén.
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Creo
en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en
Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia
del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y
está sentado a la derecha de Dios, padre todopoderoso. Desde allí ha de venir
a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa
Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la
resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
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En segundo lugar, rezar el “Padrenuestro”
Padrenuestro (1)
|
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
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En tercer lugar, rezar tres
“Avemarías”
Avemaría (3)
|
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
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En cuarto lugar, rezar el
“Gloria”
Gloria (1)
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Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
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Anunciar el primer misterio, luego rezar el “Padrenuestro”
Primer Misterio: La Resurrección del Hijo de Dios |
Padrenuestro (1)
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Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
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Avemaría (10) - Continuación en la meditación
sobre el misterio
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Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
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Gloria (1)
|
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
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Oración de Fátima (1)
|
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las
más necesitadas de tu misericordia.
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Anunciar el segundo misterio, comenzando de nuevo con el rezo del “Padrenuestro”.
Segundo Misterio: La Ascensión del Señor al cielo
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Padrenuestro (1)
|
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
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Avemaría (10) - Continuación en la meditación
sobre el misterio
|
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
|
Gloria (1)
|
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
|
Oración de Fátima (1)
|
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las
más necesitadas de tu misericordia.
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Anunciar el tercer misterio, comenzando de nuevo con el rezo del “Padrenuestro”.
Tercer Misterio: La venida del Espíritu Santo |
Padrenuestro (1)
|
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
|
Avemaría (10) - Continuación en la meditación
sobre el misterio
|
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
|
Gloria (1)
|
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
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Oración de Fátima (1)
|
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las
más necesitadas de tu misericordia.
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Anunciar el cuarto misterio, comenzando de nuevo con el rezo del “Padrenuestro”.
Cuarto Misterio: La Asunción de María al cielo |
Padrenuestro (1)
|
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
|
Avemaría (10) - Continuación en la meditación
sobre el misterio
|
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
|
Gloria (1)
|
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
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Oración de Fátima (1)
|
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las
más necesitadas de tu misericordia.
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Anunciar el quinto misterio, comenzando con el rezo del “Padrenuestro”.
Quinto Misterio: La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado |
Padrenuestro (1)
|
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado
sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra
como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes
caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
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Avemaría (10) - Continuación en la meditación
sobre el misterio
|
Dios te Salve, María, llena eres de gracia; el
Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el
fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
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Gloria (1)
|
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como
era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén.
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Oración de Fátima (1)
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Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las
más necesitadas de tu misericordia.
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Salve

Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y
esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a
ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues,
Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y,
después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh
clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
Oración después del Rosario
Oh Dios, cuyo Hijo unigénito, por
su vida, muerte y Resurrección nos ha merecido el premio de la bienaventuranza
eterna, concédenos a quienes meditamos los misterios del Santísimo Rosario de
la Virgen María, imitar lo que en ellos se contiene y alcanzar lo que prometen,
por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor.
Amén.
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