Las buenas obras que Dios ha preparado
Nuestra misión es la de caminar en estas buenas obras y ejecutarlas, funcionar para lo que fuimos creados. Si ignoramos esto, si escogemos cerrar los ojos, entonces nuestra misión nunca será completada. Lo que quiero decir amados hermanos y hermanas es que aunque Dios ya ha preparado las buenas obras para nosotros que tenemos que hacer y aunque nos ha puesto en el cuerpo con un rol específico, una función, somos NOSOTROS los que caminamos en estas obras: somos NOSOTROS los que tenemos que ejecutar lo que la cabeza diga. Si no lo hacemos, entonces en el cuerpo nadie lo hará por nosotros. Si no llevamos a cabo nuestro rol en el cuerpo, entonces como el cuerpo natural sufre cuando alguno de sus miembros no funciona bien, así también el cuerpo de Cristo sufre.
La cabeza que es Cristo es el único que da las órdenes. Él da las órdenes, pero depende de los miembros para su ejecución. Muchos hermanos tienen un significado distorsionado de lo que la iglesia es y creen que el ministerio, hacer la obra de Dios, las obras que Él ha preparado para nosotros, es algo que le pertenece al clero, a los llamados “profesionales”. Para el resto, nuestra única misión parece ser el llenar las bancas los domingos. Este es un gran error. En la Palabra de Dios no hay tal cosa como clero y laicado. Lo que hay es un cuerpo y cada hermano o hermana ha sido puesto en ese cuerpo por Dios con una función específica. Tu, hermano o hermana que lees este Estudio Profundo tienes una función específica en el cuerpo. ¿La sabes? ¿Haces lo que Dios te ha puesto a hacer en el cuerpo, las buenas obras que ha preparado con anticipación para que camines en ellas? O ¿solo pasas el tiempo en las cosas de este mundo (que ahogan la Palabra de Dios y la hacen infructuosa, (Marcos 4:19 dice: pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.), ya que el ministerio le pertenece, supuestamente, a los… profesionales? Si tú, hermano y hermana, no estás haciendo lo que Dios te ha creado para hacer, para lo que te ha puesto en el cuerpo, entonces nadie lo va a hacer. Tú eres único en el cuerpo de Cristo, así como cada miembro de tu cuerpo lo es y absolutamente necesario también. Por lo tanto, si no has encontrado lo que Dios ha preparado para ti, es absolutamente necesario que lo encuentres. Es necesario que dejes el sofá y busques al Señor. Es hora de decirle: “aquí estoy, ¿qué quieres que haga?” Te ha creado, te ha alistado, capacitado completamente para las buenas obras que ha preparado para ti. Pero necesitas estar disponible; necesitas querer caminar en ellas. Si tú no estás disponible para Dios entonces no va a pasar nada. En este caso vas a ser como un miembro del cuerpo que aunque absolutamente esta en el cuerpo, no se comunica con la cabeza. Ese es un miembro enfermo, un miembro que no funciona bien. La imagen opuesta, la imagen de esa mera imagen vívida de 1 de Corintios 12 con el cuerpo, los miembros y la cabeza, es la imagen un miembro sano que reacciona al llamado de la cabeza inmediatamente. Es esta imagen de hombre de Dios que pone sus ojos en la cabeza para ver lo que ella quiere y reacciona de acuerdo y sin ninguna duda. Es esta imagen del cristiano la que CAMINA, lleva a cabo las obras que Dios ha preparado para él, llevando fruto y sin permitir que la Palabra caiga victima de los afanes de este mundo, el engaño de las riquezas o el deseo de otras cosas (Marcos 4:19). Tales cristianos Dios quiere que seamos. Cristianos que llevemos fruto y glorificar al Padre a través de él.
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