La gracia es el propio Dios para disfrutarle
Efesios 3:2 Si es que habéis oído de la mayordomía de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros.
Juan 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la realidad vinieron por medio de Jesucristo.
Puesto que nuestra mayordomía es la mayordomía de la gracia, debemos ver qué es la gracia. Juan 1:17 dice que la gracia vino por medio de Jesucristo. Durante la época del Antiguo Testamento, estaba presente la ley, mas no la gracia. La gracia no vino sino hasta que vino Cristo.
Muchos cristianos piensan que la gracia se refiere principalmente a las bendiciones materiales, pero la Biblia enseña que la gracia no vino sino hasta después de que Cristo viniera. Nosotros sabemos que Dios otorgó bendiciones materiales a Su pueblo antes de que viniera Cristo. Así que, la gracia es nada menos que el propio Dios que se da a nosotros y a quien disfrutamos. Antes de la venida de Cristo, Dios no se podía dar a nadie, ni nadie podía recibirlo ni disfrutarlo a Él. Pero en Cristo y por medio de Él, recibimos a Dios, y Dios llega a ser nuestro deleite. Por consiguiente, la gracia es Dios mismo como nuestro disfrute. La mayordomía de la gracia consiste en impartir a Dios en las personas para que lo disfruten. Impartir esta gracia en otros es nuestra mayordomía, la cual concuerda con la economía de Dios. Puesto que participamos de Dios como nuestro disfrute, podemos infundirlo como gracia en los demás. Esta es la dispensación o mayordomía de la gracia.
Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; Eclesiastés 12:1
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