DHHD 2 Corintios 3:7-11: "⁷ Si la promulgación de una ley que llevaba a la muerte y que estaba grabada sobre tablas de piedra se hizo con tanta gloria que los israelitas ni siquiera podían mirar la cara de Moisés, debido a que ese resplandor destinado a desaparecer era tan grande,
⁸ ¡cuánta más será la gloria del anuncio de una nueva alianza fundada en el Espíritu!
⁹ Es decir, que si fue tan gloriosa la promulgación de una ley que sirvió para condenarnos, ¡cuánto más glorioso será el anuncio de que Dios nos hace justos!
¹⁰ Porque la gloria anterior ya no es nada en comparación con esto, que es mucho más glorioso.
¹¹ Y si fue glorioso lo que había de terminar por desaparecer, mucho más glorioso será lo que permanece para siempre."📖👇👆2Co 3:7
Los versículos 2 Co 3:7 y 2 Co 3:8 prosiguen el contraste entre los dos pactos. Aquí el apóstol contrasta en particular la gloria que acompañó a la promulgación de la ley con la gloria relacionada con el evangelio. Las palabras gloria y glorioso se encuentran en los capítulos 2Co 3:1-18 y 2Co 4:1-18 en diecisiete ocasiones. El Viejo Pacto es llamado el ministerio de muerte grabado con letras en piedras. Esto sólo puede referirse a los Diez 👉👉👉👉👇👇👇Mandamientos. Amenazaban con la muerte a todos los que no los guardasen (Éxo 19:13). Pablo no dice que no hubo gloria relacionada con la promulgación de la ley. Desde luego la hubo. Cuando Dios dio los Diez Mandamientos a Moisés en el Monte Sinaí, hubo grandes manifestaciones de la presencia y poder de Dios (Éxo 19:1-25). De hecho, cuando Moisés estuvo en la presencia de Dios, su propio rostro comenzó a resplandecer, dando un reflejo del esplendor de Dios. Así, los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro. Era demasiado resplandeciente para que pudiesen mirarlo fijamente. Pero luego Pablo añade las significativas palabras, la cual [gloria] había de perecer. Esto significa que el brillante resplandor que aparecía en el rostro de Moisés no era permanente. Era una gloria pasajera, temporal. El sentido espiritual de ello es que la gloria del Viejo Pacto era temporal. La ley tuvo una función muy concreta. Fue dada para revelar el pecado. Fue una exhibición de las santas demandas de Dios, y en este sentido fue gloriosa. Pero fue dada hasta la venida de Cristo, que es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree (Rom 10:4). La ley era una sombra; Él es la sustancia. La ley era una imagen de cosas mejores que habían de venir, y estas cosas encuentran su realidad en el Salvador del mundo.
📖👇👆2Co 3:8
Ahora, si la ley tuvo este carácter glorioso, ¿cuánto más glorioso es el ministerio del Espíritu? La expresión el ministerio del Espíritu se refiere al evangelio. El Espíritu de Dios obra por medio de la predicación del evangelio, y a su vez el Espíritu de Dios es ministrado a quienes reciben las buenas nuevas de salvación. La forma verbal aquí, en será con gloria, no expresa tiempo futuro sino la consecuencia inevitable. Si existe un hecho o condición, lo otro seguirá indefectiblemente.
2 Co 3:9
Aquí, el Viejo Pacto recibe el nombre de el ministerio de condenación. Este era el resultado: trajo condenación a todos los hombres, porque nadie podía guardar la ley a la perfección. Pero había una cierta gloria relacionada con él. Tenía un verdadero propósito y una verdadera utilidad para aquel tiempo. Pero el ministerio de justificación abunda mucho más … en gloria. Dice Hodge: La ministración de justicia es aquella ministración que revela una justicia por la que los hombres son justificados, y con ello liberados de la condenación pronunciada contra ellos por la ley . ( 2Co 3:9 Las glorias del evangelio no son la clase que atraen a la mirada física, sino aquellas profundas y permanentes excelencias que atraen al espíritu. Las glorias del Calvario eclipsan de lejos a las glorias del Sinaí.
2Co 3:10
Aunque en un sentido la ley fue gloriosa, cuando se compara con la gloria más eminente del Nuevo Pacto, no fue en realidad gloriosa. Este versículo nos da una contrastada comparación y dice que cuando ambos pactos son puestos uno al lado del otro, uno de ellos eclipsa totalmente al otro; es decir, el Nuevo Pacto sobrepasa al Viejo. Dice A. T. La mayor gloria empaña a la menor. En un punto, al menos, el viejo no parece haber tenido gloria en absoluto, debido a la superabundante gloria del nuevo pacto. ( 2Co 3:10 ) Cuando el sol resplandece con toda su fuerza, no hay otra gloria en el cielo. ( 2Co 3:10 ) 📖👇👆2Co 3:11
Porque si lo que es pasajero tuvo [lit., fue con] gloria, mucho más aquello que permanece en gloria (lit.). Deberíamos observar las dos preposiciones, con y en. El pensamiento es que la gloria acompañó a la promulgación de la ley, pero que es el elemento mismo del Nuevo Pacto. La gloria asistió cuando se promulgó el Viejo Pacto, pero el evangelio de la gracia de Dios es glorioso por sí mismo.
Contrasta también el carácter transitorio y fugaz de la ley con el carácter permanente del evangelio. Lo que es pasajero solamente puede referirse a los Diez Mandamientos el ministerio de muerte grabado con letras en piedras (v. 2Co 3:7)—.
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