¿Se puede perder la salvación?
Lógicamente que sí, las escrituras mencionan aquellos cristianos que se apartaron de la fe, es decir quitaron la mirada del objetivo, que es Jesús, para seguir los deseos engañosos del mundo u hicieron ofrenda al Espíritu Santo.
Estas personas fueron: Ananías y Safira, Alejandro el calderero, Figelo y Hermógenes. Todos ellos perdieron la salvación:
“Más evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad…” (2 Timoteo 2:16-18).
“Alejandro el calderero me ha causado muchos males; el Señor le pague conforme a sus hechos” 2 Timoteo 4:14.
“Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia, de los cuales son Figelo y Hermógenes” 2 Timoteo 1:15.
“Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?... Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti” Hechos 5:3 y 9.
¿Perdieron Ananías y Safira la salvación que habían adquirido?
Para responder esta pregunta podemos leer con mucho cuidado en siguiente texto: “Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios; Más el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. Y todo aquel que dice palabra contra el Hijo del hombre, le será perdonado; mas al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.” (Lucas 8:8-10).
El Señor Jesús también se refirió a los creyentes que les gusta invocar su nombre y profetizar, echar demonios y hacer muchos milagros, pero que no hicieron su voluntad, creyentes que fueron más amadores de la maldad que de hacer el bien, a estas personas el Señor Jesús les dirá en el día del juicio: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Él lo dijo:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” San Mateo 7:21-23.
Las Sagradas Escrituras describe muchas personas que fracasaron en su vida Espiritual, desperdiciando el llamamiento y elección que Dios les había dado para que fueran parte de su pueblo y lograrán su salvación eterna, ellos se desligaron de Jesús: “De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Gálatas 5:4).
¿Qué significa “desligasteis”?
Desligarse, es decir, separarse, romper las ligaduras que atan, distanciándose; desvincularse; despegarse. Me desligo de Fulano. O sea, me aparto de él.
Estaba unido a él, compartiendo y colaborando con él, pero ya no, pues me desligué de él. Estas personas se desligaron de Jesús, lo abandonaron y se entregado nuevamente al mundo: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.” (Hebreos 10:26-27).
Hermanos (as):
Es importante cuidar, ocuparnos, no descuidar la salvación, este es uno de nuestros principales requisitos advertidos por Dios: “… ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12).
Pienso y creo que la salvación si se puede perder si nos descuidamos y le fallamos a Dios.
Nadie puede escapar del castigo de Dios, de su ira si descuidamos esta salvación tan grande: “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron” (Hebreos 2:1-3).
La palabra deslizar significa resbalas, escurrirse, escaparse, escabullirse de un lugar. Toda desobediencia recibe su justo pago, nadie podrá escapar de la ira de Dios.
Así que no vayas a dejar que borren tu nombre del libro de la vida: “Así el vencedor será vestido de vestiduras blancas y no borraré su nombre del Libro de la Vida.” Apocalipsis 3:5.
Quiero resumir este tema con estas palabras del apóstol amado Juan que dijo: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” (Apocalipsis 3:21).
La verdad es que son muchas las luchas que tenemos como cristianos, son muchas las tribulaciones que tenemos que pasar, angustias, aflicciones, enfermedades, problemas de toda clase. PERO ante todo esto somos más que vencedores: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” Romanos 8:28.39.
Hay que perseverar en esta salvación, Dios nos ha dado la victoria en su nombre, solo que no seamos confiados, porque hay uno que anda como león rugiente buscando destruirte, buscando despojarte de la salvación y del galardón que Dios tiene preparado para los que venzan. Persiste en ir a los cultos, persiste en ir a la congregación de los salvos, no te dejes de congregar, no te descuides como los que ya no le dan importancia a los cultos, los que creen que de todas manera van hacer salvos ¡CUIDADO!
JESÜS nos advierte que hay que mantenernos firmes en nuestra esperanza de salvación, la Escritura dice: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:23.25).
Esta es una advertencia: “NO DEJES DE CONGREGARTE” no seas como aquellos que pecan deliberadamente después de haber conocido la verdad, a ellos les espera la ira de Dios, leamos: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. !!Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” Hebreos 10:26:31.
Solo los que venzan estarán con Jesús y serán coronados, si esto es así que se espera para los que fracasaron, pues las Sagradas Escrituras dicen que una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego: !Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
Les invito a que sigamos la carrera de nuestra fe, acabemos esta carrera victoriosos para que podamos decir: “He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe.” 2 Timoteo 4:7.
Esto no indica que solo estarán en el reino de Dios los vencedores, porque los que volvieron a la inmundicia como el perro a su vomito estarán sin salvación, afuera: “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.” Apocalipsis 22:15. Lea 2 Pedro 2:21-22. Proverbios 26:11.
No seas un creyente necio, no vuelvas a los vicios del mundo, siga perseverando en tu salvación hasta el final, pues sin santidad nadie vera al Señor Jesús.
Mi Dios Jesús les siga bendiciendo
Agradecimientos: F. Delgado
“Pues que a su amado dará Dios el sueño.” (Salmo 127: 2).
La nuestra no es una vida de ansioso afán, sino de fe feliz. Nuestro Padre
celestial suplirá las necesidades de Sus propios hijos, y Él sabe de qué tenemos
necesidad, antes de que se lo pidamos. Por tanto, podemos retirarnos a la cama a la hora indicada, sin necesidad de agotarnos quedándonos despiertos hasta tarde para tramar, y planear y fraguar. Si hemos aprendido a confiar en nuestro Dios, no nos quedaremos despiertos mientras el miedo roe nuestros corazones;
pondremos nuestras preocupaciones en el Señor, y nuestra meditación acerca de
Él será dulce, y Él nos dará un sueño reparador. Ser el amado del Señor es el
honor más elevado posible, y quien lo tiene debería sentir que la propia ambición no podría desear nada más, y, por tanto, cualquier deseo egoísta debe dormir.
¿Qué más hay, incluso en el cielo, que el amor de Dios? Reposa, entonces, oh
alma, pues posees todas las cosas. Sin embargo, damos vueltas de un lado al
otro a menos que el propio Señor nos proporcione, no sólo las razones para el
descanso, sino el descanso mismo. Sí, Él hace esto. Jesús mismo es nuestra paz, nuestro reposo, nuestro todo. En Su pecho dormimos en perfecta seguridad, tanto en la vida como en la muerte.
“Rociado de nuevo con la sangre perdonadora,
Me acuesto a descansar,
Como en los brazos de mi Dios,
O en el pecho de mi Salvador.”
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