Los siete pasos de la humillación del Señor
Filipenses 2:5-8 Haya pues, en vosotros esta manera de pensar que hubo en Cristo Jesús, el cual existiendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de esclavo, haciéndose semejante a los hombres; y hallado en Su porte exterior como hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Leamos el versículo 8: “Y hallado en Su porte exterior como hombre, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Cuando Cristo se hizo semejante a los hombres, entrando en la condición humana, fue hallado en Su porte exterior como hombre. La palabra “porte” alude a Su apariencia exterior, a su semblanza. La apariencia de Cristo en su humanidad, es decir, lo que los hombres veían, era Su porte exterior de hombre.
Siendo hallado en Su porte exterior como hombre, Cristo se humilló a Sí mismo.
Primero, Él se despojó a Sí mismo, poniendo a un lado Su forma, es decir, la expresión exterior de Su deidad, al hacerse semejante a los hombres. Luego, se humilló a Sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte. Cristo era Dios, y por ende, tenía la expresión de Dios. Aunque era igual a Dios, no estimó el ser igual a Él, sino que despojó a Sí mismo haciéndose semejante a los hombres. Esto indica que, por medio de la encarnación, Él llegó a ser un hombre. Luego, siendo hallado en Su porte exterior como hombre, se humilló a Sí mismo. Esto indica que como hombre, Él renunció a todo derecho. De hecho, se humilló a Sí mismo hasta el grado de morir en la cruz. Tal Cristo es nuestro modelo.
Humillarse fue un paso adicional en el despojamiento de Sí mismo. La auto humillación de Cristo manifestó Su despojamiento. La muerte de cruz es el punto culminante de la humillación de Cristo. Para los judíos, esto era una maldición (Dt. 21:22-23) y para los gentiles era una sentencia de muerte impuesta sobre malhechores y esclavos (Mt. 27:16-17, 20-23). Por esta razón, era vergonzoso morir de esta manera (He. 12:2).
La humillación del Señor abarca siete pasos: despojarse a Sí mismo; tomar forma de esclavo; hacerse semejante a los hombres; humillarse a Sí mismo; hacerse obediente; hacerse obediente hasta la muerte; y hacerse obediente hasta la muerte de cruz.
● Recomendación ●
❤️ Yo te busco de todo corazón y llevo tu palabra en mi pensamiento. Manténme fiel a tus enseñanzas para no pecar contra ti.
Salmos 119:11❤️
Como creyentes, es de suma importancia invertir tiempo en la palabra de Dios y orar todos los días para escuchar su voz.
😍Salvos Por Amor😍
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