❤️𝗖𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗳𝘂𝗻𝗱𝗼𝘀❤️
La escritura nos muestra dos tipos de corazón. Lo que yo llamo corazones superficiales y corazones profundos. Eliab representa un corazón superficial para lo de Dios. ¿Por qué? porque su corazón no estaba en aquello donde sí estaba el corazón de Dios. Si nos preguntamos ¿Dónde estaba el corazón de Dios? Con luz meridiana podemos decir que su corazón estaba en su propósito eterno. Su corazón estaba en cumplir parte de este propósito con su pueblo, en aquella generación, y para ello, necesitaba un rey que se alineara a ello.
Por el contrario, David representa un corazón profundo para lo de Dios, porque cuando Dios vio el corazón de David, encontró que él solo quería hacer la voluntad de Dios. David solo quería vivir para hacer aquello que estaba en los planes de Dios. David era un hombre profundamente temeroso de Dios. Aun cuando experimentó el pecado de adulterio, su corazón se volcó hacia un arrepentimiento genuino. Eso sin duda era mucho más que llegar a un trono. «Me he consumido a fuerza de gemir; todas las noches inundo de llanto mi lecho, riego mi cama con mis lágrimas» (Salmos 6: 6).
David era de corazón tan profundo que el mismo Dios se lo reconoció después del pecado. Es decir, ni el pecado es un impedimento cuando se tiene un corazón profundo para lo de Dios. Cuando nuestro corazón es profundo, nuestro pecado nos duele, duele así como le dolió a David.
Pedro era un hombre tosco, de anzuelos y redes, sin formación académica, en ocasiones volado de carácter, pero cuando Jesús lo encontró, consiguió un corazón profundo para lo de él. Es por ello que el Señor le hizo la invitación y le dijo sígueme. (Mateo 4:18-20).
¿Quién es ese que deja todo, que abandona todo, y al instante sigue a un hombre como Jesús? Eso solo lo hace una persona con un corazón profundo para Dios. Simón y Andrés no vacilaron en renunciar a su oficio, en dejar aquello que conocían, por ir tras algo que no conocían. Señores eso se llama fe. Solo los corazones profundos caminan en fe.
Como creyentes debemos cuidar nuestro corazón, para que todas nuestras intenciones y sentimientos sean buenos y se transformen en acciones que glorifiquen a Dios. La Biblia nos enseña que debemos ser cuidadosos al momento de poner nuestra atención en cualquier cosa. Rick Warren dice: “cualquier cosa que atrape tu atención te atrapara a ti”. Nuestros ojos juegan un papel muy importante ya que generalmente todo lo que nos cautiva entra por ellos. Jesús advirtió que el codiciar a una mujer es considerado adulterio (Mateo 5:28). Job dijo que cuido sus ojos para no codiciar a las jóvenes doncellas (Job 31:1). El pecado de adulterio de David inicio con solo ver a una mujer hermosa desnuda que se bañaba (2 Samuel 11:2).
El pecado de Acán consistió en codiciar un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, que Dios había maldecido (Josué 7:21). Todos estos pecados entraron por la vista a través del órgano del ojo, y por ello debemos cuidarnos de poner nuestra atención de aquellas cosas que nos puedan arrastrar al pecado.💖💖💖
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