Lazos que unen
“Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra” (Deut. 4:13). ( CB ) ver
Por más que hayamos estado enfatizando que el Pacto es siempre un pacto de gracia, que es solo el resultado del favor inmerecido que Dios otorga a aquellos que entran en una relación salvífica con él, la gracia no es una licencia para desobedecer. Al contrario, el Pacto y la Ley van de la mano; de hecho, son inseparables.
Observa el texto que se cita arriba. ¿Cuán estrecho es el vínculo entre el Pacto y la Ley? ¿Cuán básica es la Ley para el Pacto?
Cuando piensas en lo que es un pacto, el concepto de ley como parte integral tiene sentido. Si entendemos un pacto como, entre otras cosas, una relación, entonces es necesario trazar algún tipo de reglas y límites. ¿Cuánto tiempo duraría un matrimonio, una amistad o una sociedad comercial si no hubiera límites ni reglas, ya sea que estén expresadas específicamente o se entiendan tácitamente? El marido decide buscar una amante, un amigo decide servirse de la billetera del otro, o un socio comercial invita a otra persona a unirse a su empresa sin decirle al otro. Estos actos serían una violación de las reglas, las leyes y los principios. ¿Cuánto tiempo durarían estas relaciones en circunstancias tan anárquicas? Por eso, hay que poner límites, trazar líneas y establecer reglas. Solo así se puede mantener la relación.
De hecho, varias expresiones como ley (Sal. 78:10), estatutos (18:22), testimonios (25:10), mandamientos (103:18) y palabras de Jehová (Deut. 33:9) se consideran paralelas o estrechamente relacionadas con la palabra pacto, o tienen casi el mismo significado. Evidentemente, “las palabras de este pacto” (Jer. 11:3, 6, 8) son las palabras de la Ley, los estatutos, los testimonios y los mandamientos de Dios.
El pacto de Dios con su pueblo, Israel, contenía varios requisitos que serían esenciales para mantener la relación especial que buscaba con su pueblo. ¿Existe alguna diferencia hoy?
Piensa en alguien con quien tienes una relación estrecha. Ahora, imagina lo que sucedería con esa relación si no te sintieras obligado por ninguna regla, norma o ley; si creyeras que tienes total libertad para hacer lo que quisieras. Aunque digas que amas a esta persona y que solo el amor decidirá cómo te relacionas con él o ella, ¿por qué todavía se necesitan reglas? Analiza.
Dios todo poderoso te entregamos nuestro corazón para que lo cambies a tu servicio.
*Juan 13: 14*
_Pues si yo, el Maestro y Señor, les he lavado a ustedes los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros._
El amor es lo más hermoso y maravilloso que Dios nos ha dejado, pero también es lo más humilde, lo podemos ver y sentir en las cosas pequeñas. Si queremos ser agradables a los demás tendrá que ser con el amor y la amistad. Podemos decir a alguien que lo estimamos y que lo queremos, pero distinto es demostrar ese amor siendo una buena persona con él. Hoy permitamos que el Espíritu nos dé un corazón que pueda ser servicial como lo era el de Jesús. Nada es demasiado difícil cuando tenemos el amor de Dios. El amor hizo de Jesús un siervo.
*Lección 8 - LAZOS QUE UNEN.*
“Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra” (Deut. 4:13). ( CB ) ver
Por más que hayamos estado enfatizando que el Pacto es siempre un pacto de gracia, que es solo el resultado del favor inmerecido que Dios otorga a aquellos que entran en una relación salvífica con él, la gracia no es una licencia para desobedecer. Al contrario, el Pacto y la Ley van de la mano; de hecho, son inseparables.
Observa el texto que se cita arriba. ¿Cuán estrecho es el vínculo entre el Pacto y la Ley? ¿Cuán básica es la Ley para el Pacto?
Cuando piensas en lo que es un pacto, el concepto de ley como parte integral tiene sentido. Si entendemos un pacto como, entre otras cosas, una relación, entonces es necesario trazar algún tipo de reglas y límites. ¿Cuánto tiempo duraría un matrimonio, una amistad o una sociedad comercial si no hubiera límites ni reglas, ya sea que estén expresadas específicamente o se entiendan tácitamente? El marido decide buscar una amante, un amigo decide servirse de la billetera del otro, o un socio comercial invita a otra persona a unirse a su empresa sin decirle al otro. Estos actos serían una violación de las reglas, las leyes y los principios. ¿Cuánto tiempo durarían estas relaciones en circunstancias tan anárquicas? Por eso, hay que poner límites, trazar líneas y establecer reglas. Solo así se puede mantener la relación.
De hecho, varias expresiones como ley (Sal. 78:10), estatutos (18:22), testimonios (25:10), mandamientos (103:18) y palabras del Señor (Deut. 33:9) se consideran paralelas o estrechamente relacionadas con la palabra pacto, o tienen casi el mismo significado. Evidentemente, “las palabras de este pacto” (Jer. 11:3, 6, 8) son las palabras de la Ley, los estatutos, los testimonios y los mandamientos de Dios.
El pacto de Dios con su pueblo, Israel, contenía varios requisitos que serían esenciales para mantener la relación especial que buscaba con su pueblo.
¿Existe alguna diferencia hoy?
Piensa en alguien con quien tienes una relación estrecha. Ahora, imagina lo que sucedería con esa relación si no te sintieras obligado por ninguna regla, norma o ley; si creyeras que tienes total libertad para hacer lo que quisieras. Aunque digas que amas a esta persona y que solo el amor decidirá cómo te relacionas con él o ella, ¿por qué todavía se necesitan reglas? Analiza.
Dios todo poderoso te entregamos nuestro corazón para que lo cambies a tu servicio.
Juan 13: 14
Pues si yo, el Maestro y Señor, les he lavado a ustedes los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.
El amor es lo más hermoso y maravilloso que Dios nos ha dejado, pero también es lo más humilde, lo podemos ver y sentir en las cosas pequeñas. Si queremos ser agradables a los demás tendrá que ser con el amor y la amistad. Podemos decir a alguien que lo estimamos y que lo queremos, pero distinto es demostrar ese amor siendo una buena persona con él. Hoy permitamos que el Espíritu nos dé un corazón que pueda ser servicial como lo era el de Jesús. Nada es demasiado difícil cuando tenemos el amor de Dios. El amor hizo de Jesús un siervo.
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